La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, beneficiario asociado del proyecto LIFE Paludicola, ejecutó durante los meses de septiembre y octubre de 2020 el segundo año de decapados en las lagunas de La Nava y de Pedraza de Campos, Palencia. Estos trabajos, que se enmarcan dentro de la Acción C3 del proyecto LIFE Paludicola, denominada “Manejo de vegetación por decapado”, se llevaron a cabo a finales del mes de septiembre en la laguna de Pedraza y durante el mes de octubre en la laguna de la Nava.
Los trabajos se realizaron en la época otoñal (meses de septiembre-octubre) coincidiendo con el periodo de ausencia de precipitaciones y con el consiguiente estiaje de los humedales, de modo que los impactos sobre los valores de los humedales sean mínimos y el trabajo mecánico resulte más eficaz.
El decapado es una acción de suma importancia, ya que, junto con la siega, constituye una retirada de biomasa vegetal excesiva en torno al humedal, lo que favorece la existencia de un hábitat más favorable para muchas especies de flora y fauna, entre las que se encuentra el globalmente amenazado carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola). De este modo se da cumplimiento al plan de acción europeo del carricerín cejudo, especie que junto a otras se verá beneficiada por el futuro desarrollo de formaciones de vegetación helofítica de bajo porte, que usa durante sus migraciones como zonas de alimentación y descanso.
Además, el decapado contribuye a reducir los procesos de eutrofización y colmatación de los humedales puesto que, al eliminar esa acumulación continua de restos vegetales, que en algunos casos avanzan hasta el agua, se frena el aporte excesivo de nutrientes al agua y la flora acuática sumergida se regenera.
Para mitigar estos procesos, se exige en la actualidad un manejo y gestión de la siega y el decapado en el entorno de estas lagunas. Normalmente previo al decapado se realiza una siega para favorecer el trabajo de la maquinaria pesada. Y comparado con la siega, el decapado es más eficaz y duradero, puesto que no sólo lleva a cabo la eliminación de la vegetación acumulada, sino también de sus rizomas y de los primeros centímetros del suelo de la laguna mediante la utilización de tractores de cadena equipados con cuchillas, denominadas buldóceres.
De esta forma, se da cumplimiento a otro objetico específico del proyecto: llevar a cabo una gestión del humedal eliminando las quemas controladas periódicas, medida que supone un alto impacto ambiental para otras especies y para el clima.
Durante el primer año, septiembre 2018, de esta acción se eliminó la tierra superficial por decapado de 1,94 ha de terreno en la laguna de La Nava, que equivalen a la retirada de este humedal de 3.783 kg de vegetación. En este segundo año, septiembre y octubre de 2020, el decapado se llevó a cabo en una extensión de terreno similar a la anterior, en un total de 1,96 ha, que se correspondieron con 3.822 m3 de tierra extraída. Y en este año se decapó también en la laguna de Pedraza de Campos, en una superficie de 1,19 ha, equivalentes a 2.321 m3 de tierra retirada.
En total, en el transcurso de estos años se han decapado algo más de 5 ha de superficie y se han retirado casi 10.000 m3 de tierra.
Los trabajos de decapado en las lagunas de la Nava y de Pedraza realizados este verano se han hecho eco y han sido protagonistas en varios medios de comunicación, concretamente medios de prensa escrita y/o digital. De este modo, se ha dado a conocer esta acción y los beneficios que proyecta sobre el entorno de estas lagunas, labores de gestión y conservación de estos humedales que repercuten positivamente tanto sobre numerosas especies de flora como de fauna, siendo el protagonista el tan amenazado carricerín cejudo, así como sobre los agricultores de la zona.
A continuación, os mostramos un video de la maquinaria pesada haciendo un decapado en la laguna de Pedraza de Campos en septiembre de 2020.