Gestionar la vegetación mediante herbívoros es una acción que, además, permite recuperar esta forma tradicional gestionar este tipo de ecosistemas y fomenta la biodiversidad. De hecho, es también beneficioso para la conservación de otras especies de aves palustres amenazadas, como el bigotudo (Panurus biarmicus), la buscarla unicolor (Locustella luscinioides), o el carricerín real (Acrocephalus melanopogon) y anátidas en general.
A finales de 2018 se segaron en este humedal una superficie de 6,45 hectáreas con la máquina anfibia. Este verano, durante 19 días entre agosto y septiembre un rebaño de 900 ovejas de los Hermanos Peñaroja, ha pastado en 1,5 hectáreas de esta zona segada. Anteriormente, el rebaño había estado pastando en la zona norte de la Marjal, con mayor densidad de rastrojo y menor densidad de vegetación fresca.
El rebaño, además de pastar en el interior del humedal, ha recortado a su paso la vegetación que cae a las orillas de los caminos, favoreciendo el mantenimiento de estas infraestructuras y previniendo posibles focos de incendios en los márgenes de los caminos.