Por tercer año consecutivo, las vacas del Prat regresan hacia las frescas tierras del interior de Castellón, a Vistabella del Maestrat, en pleno Parque Natural de Penyagolosa. Tras unos días de descanso cruzarán a Mosqueruela, provincia de Teruel, para pastar allí durante el caluroso verano.
Han sido casi cuatro meses los que las 50 vacas de raza Asturiana, del ganadero Fernando Robres, han permanecido en el Prat de Cabanes-Torreblanca, Castellón.
La primera semana de febrero, llegaron a la costa levantina, tras recorrer a pie los 60 kilómetros que separan las tierras interiores de la costa levantina y han permanecido en la costa castellonense hasta la última semana de mayo. La vegetación tras tres años de trashumancia se ha convertido en brotes tiernos y bien aprovechados por el ganado, que no ha necesitado complemento alimentario como ocurrió el primer año ocupación de los terrenos.
El número de cabezas se ha mantenido para cumplir con los estándares de superficie indicados para la pastura en parques naturales. Durante este año 2020 se han mantenido las 50 vacas y las 100 ha del año anterior. Esa actividad permite que el ganado compacte el terreno, reduzca la aparición del sotobosque y facilite la apertura de claros de vegetación para la flora y la fauna del espacio protegido. Entre las aves, el carricerín cejudo es una de las especies favorecida por la presencia de las vacas, puesto que en su paso migratorio encuentra lugares de parada y acceso al agua.
Esta trashumancia hace posible una ganadería extensiva, tradicional, sostenible y de la que se obtienen productos de calidad y ecológicos. Más información de la Ganadería Robres en el siguiente enlace: GANADERÍA ROBRES