El pasado 18 de mayo las vacas del ganadero Fernando Robres emprendieron el camino de vuelta hasta su zona de veraneo en el Vistabella del Maestrat, en pleno Parque Natural de Penyagolosa. Después de tres meses y medio, las 30 vacas de Raza Asturiana de los Valles que empezaron el recorrido fueron acompañadas de sus pastores, que a pie o a caballo hicieron los 60 kilómetros que separan Penyagolosa del Prat de Cabanes – Torreblanca. (Otras 19 vacas del total del rebaño más sus terneros fueron transportadas en camión)
La ganadería constituida por vacas de carne en ecológico, es el segundo año que vuelve a hacer el mismo recorrido, subiendo a las tierras más frías de la montaña, en las que pasa el verano desde los pastos del Prat de Cabanes, donde han pasado el invierno aprovechando los pastos. Esta trashumancia hace posible una ganadería extensiva, tradicional, sostenible y de la que se obtienen productos de calidad.
Más información de la Ganadería Robres en el siguiente enlace: GANADERÍA ROBRES
Pastoreo, tras un cuarto de siglo
El pistoletazo de salida de esta acción fue el año pasado, cuando se permitió que, por primera vez después de un cuarto de siglo, hubiera trashumancia en el Parque Natural del Prat de Cabanes – Torreblanca, tras la colaboración entre el proyecto LIFE, el ganadero y la Conselleria. El resultado fue un éxito y por ello, este año se ha vuelto a repetir la experiencia, con más cabezas de ganado (30 en 2018 y 49 en 2019) ya que han quedado probados sus beneficios. Los animales a su paso durante el camino hasta el Prat, van limpiando el sotobosque y los márgenes de los caminos, lo que es un beneficio para la prevención de incendios y una vez en el Prat, mediante su pastoreo adecuan el hábitat para la flora y la fauna, entre ellos, para el ave paseriforme más amenazada de Europa, el carricerín cejudo, que descansa en esta zona de humedales en su viaje migratorio.
Además de ayudar a la biodiversidad, esta actividad representa un beneficio para el propio ganadero que encuentra en un Parque Natural, como el Prat de Cabanes-Torreblanca, pastos frescos donde alimentar a su ganado.
El año pasado el ganado dispuso de casi 50 hectáreas, este año se han ampliado a 100 ha y en el futuro se pretende aumentar aún más la superficie pastable