En una zona específica del Prat de Cabanes-Torreblanca se han introducido vacas trashumantes. Mediante el pastoreo de esta zona se pretende controlar el crecimiento desmesurado del carrizo. Esta gestión tradicional se había perdido hace años y con la vuelta del ganado al Prat, al pastar sobre ellas, esperamos que se diversifiquen estas áreas creando un ecosistema heterogéneo.
Para que el ganado no invada otras zonas o puedan escapar del humedal, se han instalado pastores eléctricos. Estas vacas de raza asturiana han demostrado estar bien adaptadas a vivir en zonas húmedas sin presentar problemas hasta el momento en las pezuñas y manteniendo su peso durante sus primeros meses de adaptación.