En pocos días comenzará la vuelta de miles de aves del norte y centro de Europa a sus zonas de invernada en África. Entre ellas el carricerín cejudo, que abandonará sus zonas de cría en el este de Europa para iniciar su viaje migratorio hasta sus cuarteles de invernada en el Sahel africano. Durante estos periplos migratorios, los humedales de la península ibérica, son uno de los pocos enclaves que la especie utiliza como zona de parada y alimentación antes de su “salto” a África.
A principio del mes de julio, investigadores del Aquatic Warbler Conservation Team (AWCT) han colocado 60 geolocalizadores en otros tantos ejemplares de carricerín cejudo con el objetivo de conocer las rutas migratorias y las zonas de invernada de dos poblaciones reproductoras en Lituania (Tyrai and Alka polder) y el norte de Bielorrusia (Servech).
A continuación os resumimos qué hacer si se captura algún ejemplar que porta dichos dispositivos:
Durante la migración postnupcial e invernada
- Por favor, NO quites el dispositivo
- NO quites o cambies las anillas
- NO añadas nuevas anillas
- Anota el peso y la condición corporal del ejemplar
- Anota el número de anilla y remite.
- Libera el ejemplar lo más pronto posible
- Comunica a tu oficina de anillamiento la recaptura
- Contacta con nosotros para la información de la captura
Durante la migración prenupcial
- Por favor, extrae el dispositivo
- Contacta con nosotros para el envío del dispositivo
- NO quites o cambies las anillas
- NO añadas nuevas anillas
- Anota el peso y la condición corporal del ejemplar
- Anota el número de anilla y remite.
- Libera el ejemplar lo más pronto posible
- Comunica a tu oficina de anillamiento la recaptura
Tecnología de menos de un gramo
Los geolocalizadores son unos dispositivos de seguimiento remoto, que gracias a un sensor registran la cantidad de luz donde se encuentra el ave. A partir de la señal luminosa se pueden estimar dos posiciones: la latitud se infiere por la duración del día, y la longitud de acuerdo a la hora de “salida” y “puesta” del sol.
El empleo de pequeños geolocalizadores de menos de 1 gramo de peso, está permitiendo conocer sus movimientos, rutas migratorias y zonas de invernada, necesarios para conocer su biología y facilitar la conservación de esta especie.
Detalle de un geolocalizador. Foto AWCT
Hay un estudio previo con población ucraniana (Supii marshes), en el cual se desveló una nueva ruta migratoria a través de la península balcánica. Os podéis descargar el artículo en el siguiente enlace: