En el Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva encontramos la turística Parada de Sant Pere, alto en el camino habitual en varias de sus rutas turísticas. Este enclave destacado se sitúa en el tramo medio-bajo del río Bullent, y está formada por cinco compuertas que ocupan toda la sección del cauce. En el margen derecho del río y justo antes de dichas compuertas, se sitúa otra que comunica con la Zona de Especial Protección del Parque. La interacción de este conjunto de compuertas supone la entrada de agua superficial a la zona de mayor valor natural del Parque.
Desde hace un tiempo, dos de las compuertas de la Parada estaban bloqueadas y la del lateral no permitía su cierre total. Hasta el mes de noviembre de 2020, cuando comenzó la reparación de dichas compuertas que permitían el correcto funcionamiento del conjunto de ellas. Además, puesto que todas habían perdido la capa protectora de pintura, se llevó a cabo una pintura de todas ellas, así como un mantenimiento de sus engranajes. Esta acción se desarrolló entre los meses de noviembre y diciembre de 2020.
El interés de estos trabajos de mantenimiento ejecutados, que se enmarcan dentro de la Acción C5 del proyecto LIFE Paludicola, denominada “Obras hidráulicas puntuales para la mejora de la inundación y gestión hídrica”, reside en que la combinación de las cinco compuertas del río con la situada en el lateral posibilitan la retención de agua del río Bullens y la consiguiente regulación de su caudal aguas abajo hasta su desembocadura y, al mismo tiempo, la entrada en la Reserva, consiguiendo así controlar su nivel hídrico y mejorando la inundación de la marjal.
Y esta acción es la que permite mantener a la marjal en niveles altos de caudal en el período invernal, minimizando así las oscilaciones de nivel y posibilitando la aparición y asentamiento temporal de especies sensibles a los cambios de nivel. Por otra parte, en verano, se suavizan los efectos del período de estiaje, lo que beneficia también a la comunidad de aves permitiendo unas condiciones más favorables durante el período estival, así como favoreciendo las condiciones del hábitat de los pasos migratorios prenupcial (en primavera) y postnupcial (a finales del verano) del carricerín cejudo, una de las aves más amenazados de Europa.
Además, este conjunto de compuertas que regulan el caudal de agua del río, permiten también inundar los arrozales de la zona, contribuyendo así a su correcto régimen y nivel hídricos. Las aguas de esta fuente, además de tener un considerable contenido en sales, se caracterizan por tener una temperatura más alta que la del resto de manantiales, siempre por encima de los 21 ºC y llegando a alcanzar en ocasiones los 29 ºC.
Durante las rutas turísticas de esta zona, estos arrozales se pueden cruzar por una pasarela para seguir hacia la surgencia de la Font Salada, a una distancia de 400 m.